martes, 25 de noviembre de 2008

Qué equipito

Maradona y Messi fueron elegidos por los hinchas del club catalán en el once ideal. Votaron casi 60 mil personas y también seleccionaron a Guardiola, Cruyff, Ronaldinho y Romario. Diego Maradona y Lionel Messi fueron elegidos por los hinchas de Barcelona para integrar el equipo ideal de la historia. El diario español Sport, en su edición digital, se le ocurrió la idea de formar los once mejores de la historia del club catalán, y los dos argentinos figuran en la propuesta de la que participaron casi 60 mil personas.
¿Quiénes son los once? En el arco el legendario Andoni Zubizarreta, de reconocida trayectoria en el seleccionado español. Los hinchas catalanes, amantes del buen fútbol, optaron por dos marcadores de punta con vocación ofensiva: Daniel Alves y Sergi. Carles Puyol, símbolo del actual equipo y Migueli (compañero de Maradona en el Barcelona), los centrales. Pero lo mejor está de mitad de cancha hacia delante...
Pep Guardiola, el actual entrenador de Barcelona, es el volante central. A su izquierda, Diego Maradona (estuvo en el club catalán entre 1981 y 1984), en una versión táctica bien ochentosa. En el otro costado, el holandés Johan Cruyff. Dos enganches: Lionel Messi y el brasileño Ronaldinho. Como único punta, Romario. ¿Se imaginan a Diego Maradona y Lionel Messi juntos en una cancha?


(*)Fuente Diario Ole, 25 de noviembre de 2008

domingo, 23 de noviembre de 2008

Guillermo brilló y el Columbus gritó campeón


Barros Schelotto, elegido como el Jugador Más Valioso, dio las tres asistencias para el 3-1 de su equipo sobre New York Red Bulls, en la final de la MLS de Estados Unidos. Así, logró el 18° título de su carrera.

La trayectoria de Guillermo Barros Schelotto está ligada estrechamente con el éxito. Una sola temporada demoró en guiar al Columbus Crew a lo más alto de la MLS de Estados Unidos por primera vez en la historia. Si bien no logró convertir tantos, el Mellizo, elegido como el Jugador Más Valioso, fue clave en el 3-1 sobre los New York Red Bulls en la final al dar los tres pases gol. Los goles del Columbus fueron anotados por el venezolano Alejandro Moreno, Chad Marshall y Frankie Hejduk. Mientras que para el equipo perdedor convirtió John Wolyniec. Barros Schelotto, la figura del partido, fue ovacionado por las 27.000 personas que coparon el estadio Home Depot Center de Carson, en Los Angeles, cuando salió a falta de un minuto para el final. Así, Guillermo suma 18 títulos en su carrera: un Panamericano con la Selección Sub 23, la Copa Centenario con Gimnasia (Copa Centenario) y 15 en Boca.





Una enorme desilusión

Una enorme desilusión: la Argentina perdió la final de la Davis ante España.

Sin Nadal, el conjunto europeo dejó con las manos vacías al equipo de Mancini; José Acasuso perdió con Verdasco en cinco sets y así se esfumó el sueño de conseguir por primera vez la Ensaladera de Plata; como en 1981 y 2006, la Argentina cayó en la final.

El desconsuelo de José Acasuso es el mismo que anida en cada uno de los jugadores y miembros del cuerpo técnico. La misma sensación de tristeza que desconsuela a cada argentino. La victoria de Fernando Verdasco (6-3, 6-7 (3), 4-6, 6-3 y 6-1) sobre José Acasuso decretó el fin del sueño argentino de ganar, por primer vez, la Copa Davis. Para la Argentina, fue la tercera final de su historia (1981, 2006 y 2008).
España, al igual que en los otros dos últimos años olímpicos (2000 y 2004), es el ganador de la Ensaladera de Plata. Con un enorme Feliciano López, ganador de los sus dos puntos, escoltado por un sólido Verdasco y comandados por un inteligente y hábil capitán como Emilio Sánchez Vicario, España consiguió vecer 3-1 a la Argentina y quedarse con la Copa Davis por tercera vez.
Como se había advertido ayer, el golpe de la derrota en el dobles de significó una estocada casi letal para el conjunto de Luli Mancini. Chucho Acasuso, de emergencia por la lesión de Juan Martín del Potro, tuvo la responsabilidad de que el sueño argentino siguiera con vida, pero la solidez mental y el envión anímico que traía del dobles prevalecieron por sobre los vaivenes del misionero, y sellaron el destino de la final.
Factores como el ánimo, la mentalidad, el corazón, la determinación para ir a buscar el partido fueron muchísimo más influyentes que el nivel de tenis que tanto Acasuso como Verdasco pudieron tener esta tarde. En un duelo psicológico durísimo, el madrileño fue quien -a la larga- terminó imponiéndose.
Verdasco lució más entero en el inicio, con un quiebre en el primer set y una actuación sólida desde la base, haciendo mover a un Chucho contenido, visiblemente nervioso (cometió innumerables errores con su derecha), que recién pudo entrar en juego al comienzo del segundo capítulo. Si bien se llevó los segundos dos parciales y se puso al frente, el español nunca aflojó y, de a poco, fue quebrando mentalmente al argentino.
Verdasco niveló las acciones y, en el quinto set, desplegó todo su potencial desde la base. Chucho, ya desganado y físicamente agotado, no pudo más que rendirse. El final quedó signada por el llanto desconsolado de Chucho, pidiendo perdón en su retirada del estadio. El sueño de conseguir la Ensaladera ya es historia.







(*)Fuente y Fotos: Diario La Nacion.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Aprobaste, Diego

En el debut de Maradona como entrenador de la Selección, el equipo de Diego derrotó a su par escocés en Glasgow. El gol lo convirtió Maxi Rodríguez, a los ocho minutos, en un arrollador inicio del conjunto nacional. Si bien dominó, le faltó mayor vuelo futbolístico y tuvo varios errores defensivos. Desde hoy, el 19 de noviembre quedará marcado a fuego en la historia de nuestro fútbol.
Un momento esperado por mucho tiempo. De esos que no se empañan con nada. Diego Maradona debutó como entrenador de la Selección Argentina de fútbol, esa con la que fue campeón en 1986 desde adentro y que espera llevar a la gloria muy pronto desde afuera. Fue victoria apenas por 1-0 ante Escocia en Glasgow, con el gol de Maxi Rodríguez a los ocho minutos. Como había prometido antes del inicio, se vio en el equipo de Diego una actitud ganadora, expresada al máximo ante la debilidad de su rival. Así, al minuto de juego, Martín Demichelis tuvo en su cabeza la oportunidad de marcar tras un córner desde la izquierda ejecutado por Maxi Rodríguez. Luego, un bombazo de Mascherano, que tomó la pelota de aire tras una nueva habilitación del mediocampista del Atlético de Madrid, forzó la atajada del arquero McGregor. Y fue, precisamente, Maxi Rodríguez quien pudo quebrar el cero del arco escocés, a los ocho minutos. Tras una buena jugada colectiva iniciada por él, la pelota fue abierta hacia Tevez, quien la tocó al centro para Jonás Gutiérrez y el Galgo habilitó al volante derecho argentino para poner el 1-0. Primer gol en la era de Diego Maradona en la Selección. Lo que siguió luego fue un monólogo de Argentina. Subidas de los laterales y en las jugadas de pelota parada arremetidas de los centrales; un mediocampista preciso como Mascherano, que funcionó perfectamente con Gago alternándose en las marcas y los ataques; un Maxi Rodríguez muy activo en ataque y juntándose constantemente con Tevez, que tuvo una gran noche a pesar de no llegar al gol. Sin embargo, ese dominio inicial no duró mucho más allá de los 20 minutos. A los 21, James McFadden recibió la pelota dentro del área, se acomodó y remató de zurda, ante la marca de Demichelis, quien logró desviar con el pie la pelota que se fue al tiro de esquina. De a poco, el equipo local se animaba y complicaba a la Selección. ¿Del equipo de Diego? Poco y nada. Algunas subidas de Papa pero a las que le faltaba terminación y algunos movimientos interesantes de Tevez, bastante castigado por las patadas de los escoceses. Encima, el local se asomaba cada vez más al arco de Carrizo, aprovechando ciertos errores defensivos de la dupla central. En el segundo tiempo, Argentina continuó siendo el dominador del juego pero sin tanta agresividad ni profundidad como en la etapa inicial. Con pocas situaciones en ataque, Tevez era el que se llevaba casi todas las miradas y también los golpes de los rivales. El delantero del Manchester United bajó mucho para recuperar la pelota y fue clave en el ataque nacional. ¿Escocia? Se dedicaba a tirar centros para sus delanteros McFadden y Iwelumo. Ante esto, aparecieron constantemente Heinze y Mascherano para alejar el peligro de cabeza del arco de Carrizo. Los cambios tampoco le dieron variantes a los equipos y por eso el 1-0 se mantuvo hasta el final. Fue victoria para la Selección de Diego Maradona, que en su inicio y sin varios de sus jugadores predilectos, como Messi y Riquelme, consiguió arrancar el ciclo con el pie derecho.






lunes, 3 de noviembre de 2008

Boca ganó un título

Campeón en actitud y coraje, le hizo precio a un tibio San Lorenzo y, tras estar a 11 puntos, lo alcanzó en la punta. La recta final lo encuentra mejor que al resto...

El que vuela, corriendo, es un pibe. El que piensa, por el resto, es un hombre. Los que meten, como si se tratara de la última bola de la noche, son todos. Todos son un equipo. Y el equipo, el mejor de la recta final del torneo, es Boca. La prueba, irrefutable, estalla en los ojos. San Lorenzo, dueño de laureles que supo conseguir, se derrite en el calor del clásico más esperado. Nadie, ni el gran Lobo Ledesma, puede detener tanto fuego. Volcánico, Boca lo arrasa, con más agresividad que estética, con decisión, con carácter, con la autoridad que otorga la confianza. Mouche, el pibe que vuela, gambetea lindo, hacia adelante, donde más le duele a Hirsig, el improvisado lateral derecho. Riquelme, el hombre que piensa, se recuesta sobre la izquierda y se mueve como nunca, para que se rasquen la cabeza los que dicen que está cansado. Cada pelota dividida tiene un fallo unánime: siempre ganan los de azul, amarillo y luto, en cantidad y en calidad. Los signos de un campeón (orden, coraje, circulación, ejecución, jerarquía individual y colectiva) se ven de un solo lado. Más nítidamente en un tiempo, el primero, en el que Boca empezó a ganar la final...El partido fue un espejo de la realidad. Boca, de River para acá, jamás dejó de creer que podía. San Lorenzo, de Racing para acá, confirmó las dudas que lo habían rodeado aun en algunos triunfos. La convicción es la primera de las tácticas que hay que respetar. Si no hay confianza, el pizarrón se queda sin tiza. Las circunstancias influyen, por supuesto. San Lorenzo llegó averiado, sin Aguirre (clave) y Chaco Torres (hoy más importante que Ledesma), con Adrián González en el banco... A Boca, además de las conocidas ausencias de Palermo y Palacio, le faltó Morel Rodríguez. Y ahí, entonces, también quedaron a la vista las muñecas de los técnicos. Mientras Russo inventó a Hirsig de cuatro, Ischia cambió el esquema, defendió con tres y así controló las debilidades ofensivas de Silvera y Bergessio.Pero hubo otro cambio, no tan perceptible: Riquelme reinventó el puesto. Román, el último especialista en el rubro, ya no es el enganche de Boca. No. Sigue siendo el conductor, eso no cambia, pero mudó la zona de gestación. Hoy toma aire en la izquierda, más cerca del área y ahí, casi como mediapunta, decide por los demás. Con ese movimiento, de paso, les da metros de recorrido hacia adelante a los dos tapones (Battaglia y Vargas) y permite que Viatri baje unos metros y participe del circuito. Esa posición, la de Riquelme, le quitó campo de acción a Rivero, el volante que podría haber incomodado a Paletta. La prolijidad de Acevedo no alcanzó para contagiar. Ledesma no pesó, Aureliano no aceleró y el único que cambió la velocidad fue Menseguez, cuando entró, aunque después se apagó. La imagen de este San Lorenzo, débil de fibra, fue la de Silvera convertido en lanzador. El verdadero nueve, el que debía estar para el último toque, recibía y distribuía sin éxito.Boca hizo un enorme sacrificio en el primer tiempo para llevarse sólo un 1-0 al vestuario. La genialidad de Riquelme en el gol (no por lo bello, sí por lo inteligente) bien pudo ser acompañada por ese zurdazo atrevido de Mouche (no se la dio a Román) o por las que tuvo Viatri (esta vez se pasó de frío a la hora de definir). Hasta Paletta, en una, giró como si fuera un delantero y por poco no agujerea a Orión.Hubo un momento del segundo tiempo en el que San Lorenzo le discutió la tenencia. Sin embargo, aun sin tantas energías, Boca fue más peligroso. La única del equipo de Russo en todo el partido fue un mal cabezazo de Acevedo.Ganarle con tanta contundencia y alcanzarlo en la punta después de haber estado a once puntos, es muy fuerte: Boca ganó algo así como un título. San Lorenzo todavía no lo perdió: el tiempo dirá si puede recuperar el orgullo.

(*) Fuente diario Olé (Adrian Piedra Buena)